En la cárcel encontró la belleza del cristianismo y años más tarde allí se ordenaría sacerdote.
Es la historia de Gabirel Everardo Zul, quien fue consagrado por monseñor Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey, en el penal de Apodaca.
Gabirel ha declarado en repetidas ocasiones que fue pandillero y estuvo preso en el penal de Topo Chico, el cual ha estado envuelto en riñas en el pasado reciente.
El acontecimiento ya hizo historia, ya que esta es la primera vez que se realiza una ordenación sacerdotal dentro de una institución penitenciaria en México.
El nuevo sacerdote desarrollará su ministerio con los presos, a petición de monseñor Cabrera.
No cabe duda que el Espíritu sopla donde quiere. ¡Hasta en una cárcel mexicana!