El Meeting por la amistad entre los pueblos es un foro cultural que se desarrolla cada año desde 1980 en la ciudad veraniega de Rímini, en el norte de Italia.
En este lugar coinciden intelectuales, políticos, artistas y personajes de distintas culturas y religiones gracias al apoyo de patrocinadores, voluntarios y miembros de Comunión y Liberación, movimiento eclesial fundado por el sacerdote católico Luigi Giussani.
Para la edición de 2018, que se desarrolla del 19 al 25 de agosto, el lema es «las fuerzas que mueven la historia son las mismas que hacen al hombre feliz».
El domingo por la mañana se leyó un mensaje que envió el cardenal Pietro Parolin en nombre del papa Francisco, en donde comentó el lema del Meeting (ver el mensaje completo).
Más tarde, Emilia Guarnieri, responsable del Meeting, inauguró el evento recordando a las víctimas del derrumbe en Génova y pidió un minuto de silencio por quienes el Destino había llamado a su presencia.
«Queremos enfatizar que hemos vivido estos últimos días de trabajo frente al drama de Génova, con lo que estaba pasando, compartiendo con afecto, compartiendo con el corazón, muchos de nosotros con la oración», dijo.
Destacó que este hecho hizo pensar a los responsables del Meeting en que todo lo que ocurre está en manos de Otro y se sintieron provocados a mirar este hecho en un conmovido silencio, reconociendo que la vida no depende de uno, por lo que pidió compartir este silencio durante un minuto con el auditorio.
En un mensaje leído por Guarnieri, el presidente de la República, Sergio Mattarella, indicó que en esta época existen desafíos, como conocer al otro y construir en las diferencias.
«Conectar la búsqueda de la felicidad de la persona con el deseo de construir una historia mejor para uno mismo y para los demás es un gran desafío de la humanidad».
«Es a partir de la conciencia de que cada uno, con sus creencias y convicciones, que se enriquece nuestra persona».
Ante un panorama en donde a nivel mundial se viven diversas crisis y para enfrentarlas se construyen muros o se da la espalda al otro, la postura que asume el Meeting es novedosa.
Guarnieri señaló que en el contexto actual «la reactividad y la protesta prevalecen, (pero) colocamos al hombre feliz como el sujeto del cambio. ‘Feliz’ es un adjetivo casi incongruente ahora y, sin embargo, solo un hombre que se reconoce en camino a la realización puede mirar al otro con simpatía y no con resentimiento, puede ser un factor real de cohesión social y crecimiento».
Monseñor Christophe Pierre, nuncio apostólico en Estados Unidos, cargo que asumió después de su estancia en México, fue invitado para introducir el Meeting.
Mons. Pierre indicó que se considera amigo del movimiento Comunión y Liberación, al que conoce desde 1991.
Indicó que su experiencia como diplomático al servicio de la Santa Sede, ha visto que sin importar el país o la nacionalidad y que independientemente de la situación de riqueza o pobreza de cada país, gran parte de las personas buscan la felicidad, que corresponde al deseo profundo del corazón humano. Y esta es la fuerza que mueve la historia.
Indicó que esta búsqueda de la felicidad está sufriendo muchos cambios en el mundo, los cuales son drásticos y se reflejan en la cultura, en tecnología, en la movilidad de los pueblos, en la globalización y en la secularización.
Destacó que el papa Francisco ha dicho que no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época. Y en este contexto se planta el desafío de transmitir la fe a las generaciones futuras.
Frente a un panorama complejo, agrega mons. Pierre, la gente comienza a desesperarse bajo el peso de la vida cotidiana y corre el riesgo de olvidar que es el protagonista de la historia.
Recordó el encuentro de la samaritana en el pozo de Jacob. Un pasaje que ayuda a comprender cómo el encuentro desvela el corazón de la persona y lo abre a la posibilidad del futuro.
Para contextualizarlo recuperó una expresión del papa Benedicto XVI: «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva».
Pidió que todos memoricemos esta frase, que es bella y lo contiene todo, tanto que hasta el papa Francisco la repite.

«El encuentro de Jesús con la samaritana es bello, simple y profundamente humano. Y me ayuda a entender mi propia vocación.
«La samaritana tiene un bloqueo espiritual y existencial, pero Jesús a través de su mirada misericordiosa y a través del diálogo abre gradualmente sus ojos y su corazón para hacerle reconocer, lo que la hace verdaderamente feliz.
«El encuentro con Jesús remueve su vergüenza y satisface su sed de felicidad, transformando su modo de vivir, se abre un horizonte para un nuevo estilo de vida. El encuentro le ha revelado todo aquello que había estado escondido en su interior: su propia humanidad».
Es a partir de este encuentro, añadió, que la humanidad puede convertirse en protagonista de su futuro, testimoniando a los demás que ha visto al Mesías.
Asimismo, llamó a redescubrir lo que significa ser protagonistas, tal como el papa Francisco afronta el cuidado de la Iglesia en este cambio de época.
«El cristiano no puede renunciar a soñar que el mundo cambie a mejor. Es razonable soñarlo, porque en la raíz de esta certeza está la convicción profunda de que Cristo es el inicio del mundo nuevo».
—Papa Francisco
En su mensaje al Meeting