Por María Rosa Cantú Sáenz
El acoso sexual, la violencia y la discriminación contra las mujeres ha acaparado atención de todos debido a la magnitud del problema.
Con la importancia de la participación que tiene la mujer en la sociedad y el momento cultural que vive ahora cabe preguntarse ¿cómo vive este momento histórico en términos de estrés?
El termino estrés es una adaptación al español del vocablo inglés stress, la cual hace referencia a “tensión” o “presión”.
El estrés es un conjunto de reacciones del cuerpo frente a desafíos o demandas. Se trata de un proceso natural que responde a nuestra necesidad de adaptarnos al entorno.
Al contrario de lo que se puede pensar, existe un tipo de estrés que es positivo y se produce en pequeños episodios, como cuando ayuda a ponernos en alerta, por ejemplo cuando al oír una alarma de incendio y evitamos el peligro, o cuando nos ayuda a cumplir con una fecha límite.
Sin embargo, se vuelve perjudicial para la salud cuando es muy intenso, como puede ser la ruptura conyugal o una tensión que se incrementa a lo largo del tiempo, por ejemplo una mala situación financiera o una enfermedad que se prolonga mucho tiempo.
Hombres y mujeres son vulnerables a sufrir estrés, aunque ambos lo experimentan de distintos modos.
Acontecimientos que generan estés en la mujer
Diversos estudios revelan no sólo que las mujeres sufren más estrés que los hombres, sino que tienen más dificultades para combatirlo.
D. Belle (1992) menciona los acontecimientos que generan estrés que son prácticamente exclusivos de la mujer: menstruación, embarazo, tener o no pareja estable, convertirse en único sostén de sus hijos, no quedar embarazada en los casos en que sí lo desea, ser víctima de violencia o acoso sexual, recibir maltrato físico o psicológico en su hogar, no desarrollar de manera adecuada su carrera profesional por elegir desempeñar más eficazmente su rol como ama de casa y madre.
Otro aspecto que hay que destacar es que culturalmente suele esperarse de la mujer, que actúa como madre, que esté siempre dispuesta a satisfacer las necesidades de los demás sin requerir atención de sus propias necesidades.
El estrés producido por agentes físicos, psicológicos y sociales es considerado como causa importante que afecta directamente la salud mental de las personas en general, pero particularmente a las mujeres que han tenido que enfrentar una serie de cambios en el rol que la cultura les ha asignado a los largo del tiempo.
En algunas mujeres puede apreciarse el síndrome del “burnout” que es un término descrito por Clark (1996), que consiste en una situación de fuerte cansancio mental e intelectual causado por niveles elevados de estrés profesional, cuyos síntomas típicos son la ausencia de placer por trabajar, conflictos excesivos en relación con el entorno y una evaluación negativa de uno mismo.
Efectos del estrés en la salud
Las mujeres son más propensas que los hombres a mostrar síntomas de dificultad cardíaca luego de situaciones estresantes y sobresaltos emocionales.
Según un estudio publicado por The American Journal of Cardiology, las personas con un alto nivel de estrés tienen un 27% más de riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. Esto indica que el estrés es claramente un factor de riesgo más a controlar, al igual que la hipertensión arterial y el colesterol elevado.
Por lo tanto, es sumamente importante prestarle atención ya que puede afectar nuestra salud si se instala en nuestra vida cotidiana.
Manejo del estrés
Científicos de la Universidad del Estado de Pennsylvania sostienen que no se trata del estrés que padecemos a diario lo que determina nuestro estado de salud y los años que viviremos, sino que el mayor impacto proviene de las maneras en las que lidiamos con el estrés.
La acumulación de emociones negativas, como las generadas por el estrés, pueden generar inflamación crónica, lo que lleva al deterioro de la salud y al potencial desarrollo de obesidad, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Asimismo, el estudio determinó que las mujeres son más susceptibles a la inflamación crónica, y que las actitudes positivas y el buen ánimo son claves para combatirla.De acuerdo con una investigación de Sanctuary Spa en Reino Unido, 4 de cada 5 mujeres luchan muy duro para conseguir la perfección y un 80% no se siente lo suficientemente buena.
Asimismo, el 61% de las mujeres entre 31 y 40 años aseguran sentirse estresadas constantemente, pero sólo el 34% ha buscado ayuda profesional.
Todo parte de las glándulas suprarrenales, que son las que ayudan a regular la liberación de hormonas femeninas como el estrógeno y la progesterona, además del cortisol, hormona que combate el estrés ya que controla la presión arterial y los latidos del corazón.
Éstas deben estar constantemente liberando grandes cantidades de cortisol, y eventualmente no logran siquiera generar la producción necesaria para que el cuerpo funcione con normalidad.
El síndrome de burnout se genera porque esas glándulas que trabajan muy duro para regular los ciclos menstruales, y no sólo se limita a mujeres profesionales sino también a las madres.
Este riesgo es particularmente alto para las mujeres próximas a la menopausia, porque a medida que los ovarios reducen su producción de estrógeno y progesterona, las glándulas suprarrenales intentan compensar esa pérdida.
El estrés de la mujer y el valor del hogar
Las condiciones de vida moderna le plantean a la mujer del siglo XXI importantes desafíos. El desafío más importante es retomar su valor y decidir vivir como más le conviene favoreciendo su salud y buscando ser feliz en su circunstancia concreta.
Conocer su naturaleza la librará de adjetivos como “complicada” y la ayudará a redescubrir su valor como ser único con ciclos de fertilidad característicos que la disponen de una manera diferente para manejar el estrés adecuadamente.
Un primer paso consistirá en descubrir que el valor del su persona no estriba en su “quehacer” sino en su “ser” mujer. La mujer sabe que está llamada a construir la empresa más importante, que es la familia. Padre o madre como líderes de esta empresa, -cada uno ha de encontrar su fórmula- consciente de que nadie la construye por nosotros.
“La mujer es la que da armonía y sentido al mundo” dice el Papa Francisco y continúa: “es ella la que trae la armonía, la que nos enseña a valorar, a amar con ternura, y que hace que el mundo sea una cosa hermosa.”
¿Qué puede hacer la mujer frente al desafío cultural que vive para mejorar su nivel de estrés?
Tomar decisiones sensatas sobre el estilo de vida y la conducta es necesario para mejorar la salud en general y prevenir el estrés crónico. La clave para el manejo del estrés es identificar y modificar aquellas conductas que lo causan. Pero realizar estos cambios puede representar un reto. Lo más importante es identificar el estilo de vida deseable y la conducta necesaria a mejorar. Esto solo es posible si somos acompañados y guiados para ir dando los pasos adecuados a partir de la situación que nos encontramos. No obstante, se pueden dar las siguientes recomendaciones:
- Descanso. El insomnio está relacionado con estrés crónico. Los expertos recomiendan acostarse a la misma hora todas las noches, procurar dormir de 7 a 8 horas y retirar distracciones, tales como televisores y computadoras, del dormitorio. Dormir más y mejor pueden ser beneficiosos.
- Ejercicio físico. Aún pequeños pasos, como salir a caminar diariamente, pueden ser de beneficio. Comenzar a realizar actividad física es un cambio pequeño pero eficaz en el manejo del estrés. La actividad física aumenta la producción de endorfinas, una sustancia que provoca una sensación de bienestar. Las endorfinas son un tipo de neurotransmisor del cerebro que ayudan en el tratamiento de modalidades leves de depresión y ansiedad
- Alimentación. Llevar una dieta balanceada y saludable. El estrés causa en muchas ocasiones desórdenes alimenticios como la obesidad y problemas de salud como la diabetes. Es indispensable acudir al profesional de salud experto para recibir la ayuda personalizada.
- Tiempo de meditación. Un tiempo de “silencio” el cual se dispone para desarrollar una actitud positiva ayudándose de un pensamiento o frase motivadora que se puede colocar en un lugar visible y que ayude a mantener la atención en algo positivo. Si los horarios regulan nuestra vida, buscar incluir en el calendario un tiempo de meditación. Puede ser también un tiempo de oración en la mañana porque ayuda a comenzar bien el día. Quizás el tiempo para ir y venir al trabajo puede asignarse igualmente como un “tiempo de silencio”.
- Pedir ayuda profesional. Es importante que hable con un profesional de la salud mental autorizado, como puede ser un psicólogo. Las investigaciones han demostrado que el estrés crónico se puede tratar con intervenciones adecuadas y, en algunos casos, con medicamentos. Un psicólogo le puede ayudar a superar las barreras que le impiden llevar una vida saludable, manejar el estrés de forma eficaz e identificar aquellas conductas y situaciones que hacen que usted tenga niveles altos de estrés de forma constante.