En la edición 2018 de Encuentro MX hubo una exposición llamada ¿Qué esperas, corazón, que así palpitas?, en la que partiendo de canciones, poemas y diversos escritos de autores mexicanos, se nos invita a adentrarnos en el misterio humano.

Un recorrido por el corazón palpitante del mexicano.
Del que busca una casa donde encontrar amparo.
Un corazón alegre y herido, esperanzado.
Para reconocer en las palabras de Paz o de Sabines,
de Juan de Dios y Vasconcelos, que son las de cada hombre,
nuestro propio grito de corazón inquieto.

El título de la serie está tomado de la pregunta que Manuel M. Ponce hace en su canción La espera. He aquí la letra:

Vida llena de encantos y de penas,
Vida llena de amor y desengaños.
Con insidia fatal pasan los años,
Y tú, ¡oh, vida!, no rompes sus cadenas.

¿Qué esperas, corazón, que así palpitas?
Esperas la ilusión que da la vida.
Las flores del jardín no están marchitas
Y hay bálsamo de amor para tu herida.

Sobre esta canción, integrada en el álbum “Cantares del corazón”,  realizado por Eréndira Velasco y Alejandro Olivera, de Arte para construir. Er

«¿Qué esperas, corazón, que así palpitas? Es como decir: ¿por qué nada te llena? ¿Por qué después de cada logro pareces regresar al punto de partida en que te consume la inquietud de sentir que algo le falta a tu vida?

«Esperas la ilusión que da la vida. Nadie te ha prometido nada, y sin embargo, esperas… y te das cuenta de que esa espera es más importante que todo.

«Las flores del jardín no están marchitas y hay bálsamo de amor para tu herida. Las mismas pequeñas realidades que no te satisfacen, son un signo de otra cosa. Son precisamente las pequeñas, sencillas alegrías que te proporciona cada día las que te permiten intuir que tu espera no es vana».

 

POEMA

Mexicano, hombre de maíz, –de barro
de maíz– ¿qué esperas
(de esta vida de encantos y penas)?
En los encantos de tus campos y tus flores,
en los encantos del folklor y tus colores,
en las penas de tus guerras;

Has andado los amores
en senderos de tu pueblo,
los olores de tu tierra,
los azules de tus cielos… y has cruzado,
migrante, el desierto.

Migrante peregrino,
Mexicano, ¿qué esperas?

-Hugo León