Fantasía o belleza

No puedo dejar de pensar en dos personajes que en estos días he visto cómo se ganan la vida en el metro que tomo para llegar al trabajo o a la casa.

El primero de ellos es un mago. Un joven hábil con las manos que hace suertes con aros y cordones. Es fascinante verlo actuar, pues súbitamente introduce un aro dentro de otro que está aparentemente cerrado. Lo mismo ocurre con los cordones: da la impresión de que varios de ellos que son cortos pueden convertirse en uno largo.

Otro personaje es una niña que vende gardenias. Lo único que hace es pasar ofreciéndolas y mientras camina y el perfume de sus flores nos hace levantar la vista. Debo confesar, seducido por el aroma de la flor, que una vez le compré un ramo a la chica para llevárselo a mi esposa.

Pienso que en estos tiempos que nos toca vivir se parecen a estos dos personajes, por una parte encontramos prestidigitadores que nos tratan de convencer de cosas que no son reales. ¡Y vaya que sin buenos! Y frente a estos hay algunos pocos que son como la vendedora de gardenias, con los que basta encontrarlos para darse cuenta que despiden un aroma particular, nos ayudan a reconocer la belleza.

LAS REFLEXIONES DE TESEO

«Así como la belleza de las montañas no necesita de otra cosa que la belleza misma para comunicarse, la belleza del cristianismo no necesita otra arma para comunicarse más que ella misma».

Julián Carrón

Donación para Humanum

Apoya nuestro proyecto para que podamos seguir desarrollándolo en el futuro.

MX$50,00

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.