Por Guillermo Hurtado*

El jueves 15 de noviembre pasado se celebró el Día Internacional de Filosofía. En México, la ceremonia principal se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en donde tuvo lugar el 19 Congreso de Filosofía de la Asociación Filosófica de México.

Es evidente que en México y en el resto del mundo está sucediendo un cambio de paradigma respecto a la manera de practicar la filosofía. Después de muchas décadas en las que la filosofía académica permaneció pasiva frente a los sucesos de la realidad social, ahora está entrando en una actividad inusitada. La filosofía ya no se conforma con estar enclaustrada en los colegios y las universidades y ahora pretende salir a la calle, a las redes sociales, a los foros públicos.

“El nuevo giro hacia el activismo filosófico no debe tomarse como un peligro, sino como una oportunidad para la disciplina. Dejemos de tenerle miedo a la politización. Una filosofía politizada no tiene por qué ser una filosofía empobrecida, simuladora o al servicio del poder”

Las razones de esta revolución cultural son muchas, pero podemos detectar algunas con relativa facilidad.  Una de ellas es la campaña global en contra de la enseñanza de la filosofía de las últimas dos décadas. En México, la reforma de la educación media superior de 2008 eliminó las asignaturas filosóficas e incluso el área de humanidades. En respuesta, se fundó el Observatorio Filosófico de México, que resistió a esa brutal medida gubernamental. Después de una campaña muy intensa, el Observatorio logró lo que parecía imposible: que el Estado corrigiera su error y volviera a incluir a la filosofía dentro de la educación media superior.

En otros países no se corrió con la misma suerte. En España, por ejemplo, la filosofía fue borrada de la enseñanza media. Sin embargo, la comunidad filosófica ha seguido luchando y logró, hace unas semanas, que el Congreso exigiera al gobierno que la filosofía volviera al lugar que le corresponde en los salones de clase.

Algo semejante ha sucedido en otros países. Los filósofos se vieron obligados a dejar su pasividad para pasar a la actividad. Pero una vez que se organizaron, descubrieron que sus tareas no se reducen a la defensa de su profesión, sino que comprenden todas las dimensiones de la transformación social.

La filosofía ha dejado la pasividad para adoptar una actividad que toma la forma del activismo. Este activismo ha sido muy visible en temas como el feminismo, la defensa de los derechos humanos y la protección del medio ambiente. Sin embargo, cada vez hay más filósofos que se organizan para participar en otras causas no menos urgentes: la protección de los migrantes, la lucha contra la desigualdad, la resistencia frente a la tiranía de la posverdad.

El nuevo activismo filosófico ha superado la vieja triada de la investigación, la docencia y la divulgación como las tres actividades exclusivas de la filosofía. La labor de los filósofos ya no se limita a esas tres dimensiones de la labor académica. Muy pronto veremos a los filósofos participando de manera original, creativa y colaboradora en otras tareas.

En sus Tesis sobre Feuerbach, Marx dijo que los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. Durante la Guerra Fría, la filosofía académica de los países occidentales cedió la transformación del mundo a todas las demás disciplinas —la ciencia política, la economía, el derecho, la ingeniería, la medicina, la biología, la física— y se encerró a sí misma dentro de los estrecho, espacios de las aulas.

“El nuevo activismo filosófico ha superado la vieja triada de la investigación, la docencia y la divulgación, como las tres actividades exclusivas de la filosofía. La labor de los filósofos ya no se limita a esas dimensiones académicas. Muy pronto veremos a los filósofos participando activamente”

El daño que se infringió a sí misma fue muy grande. Ante los ojos de los demás, se convirtió en una disciplina inservible, escolástica, arcaica. No sorprende, por lo mismo, que algunos políticos quisieran borrarla de los planes de estudio para sustituirla por otras asignaturas que aparentemente son más útiles, como la computación o el inglés. Sin embargo, cuando la filosofía se enseña correctamente, forma sujetos críticos, analíticos e inconformes. En otras palabras, forma los sujetos que requiere la democracia.

El nuevo giro hacia el activismo filosófico no debe tomarse como un peligro, sino como una oportunidad para la disciplina. Dejemos de tenerle miedo a la politización. Una filosofía politizada no tiene por qué ser una filosofía empobrecida, simuladora o al servicio del poder. El rigor, la claridad y sobre todo, el compromiso irrenunciable con la verdad son virtudes que no están peleadas con una filosofía volcada al activismo.


* Filósofo e investigador. El artículo ha sido reproducido con la autorización del autor desde el siguiente sitio: https://www.razon.com.mx/opinion/de-la-filosofia-pasiva-a-la-filosofia-activa/

3 respuestas a “De la filosofía pasiva a la filosofía activa”

  1. Compañero Guillermo Hurtado lo ando buscando por la Red para saber si podemos ponernos de acuerdo en lo que puede implicar lo planteado por Manuel Castells. Tu escrito me ha parecido un llamado y vengo a decir que aquí estoy… (disculpa las mayúsculas, esto no tiene negritas).
    Castells dice que “Participando en la producción cultural de los medios de comunicación de masas y desarrollando redes independientes de comunicación horizontal, los ciudadanos de la Era de la Información son capaces de inventar nuevos programas para sus vidas con los materiales de sus sufrimientos, miedos, sueños y esperanzas.” […] “si no conocemos las formas de poder en la sociedad red, no podremos neutralizar el ejercicio injusto de dicho poder; y si no sabemos exactamente quienes tienen el poder y dónde encontrarlos, no podremos desafiar su oculta pero decisiva dominación” […] “examine sus interconexiones globales y sus operaciones locales. Identifique los marcos mentales en las redes que enmarcan su mente. PRACTIQUE EL PENSAMIENTO CRÍTICO CADA DÍA PARA EJERCITAR LA MENTE EN UN MUNDO CONTAMINADO CULTURALMENTE, DE LA MISMA FORMA QUE EJERCITA SU CUERPO PARA LIMPIARLO DEL VENENO DE NUESTRO ENTORNO QUÍMICO. DESCONECTE Y RECONECTE. DESCONECTE LO QUE NO ENTIENDA Y RECONECTE LO QUE TENGA SENTIDO PARA USTED” Manuel Castells https://jmtornero.wordpress.com/2009/12/08/la-metafora-de-la-sociedad-red-comunicacion-y-poder-de-manuel-castells/

    Me gusta

    1. Haremos llegar su comentario al autor. Saludos

      Me gusta

      1. Muchas gracias Víctor, estaré pendiente. Fraterno el abrazo.

        Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Tendencias

Crea una web o blog en WordPress.com