¿Qué privilegio el de ser hombres,
tejer en el dolor,
gozarse en lo divino?
¿Qué vida es esta,
desnuda ante la voluntad
y hambrienta de sentido?
Corre y corre,
y cierto que no alcanza.
Corre y se fatiga.
Cae y vive.
Se seca y muere.
Tengo la boca abierta a la gota de la vida,
que no penderá por siempre.
Cae, cae,
ese es mi único privilegio.