
Tú eras el fuego de mis huesos
Tú eras el fuego de mis huesos y el sabor de mis labios. Cuántas veces mis ojos se pintaron con tu amanecer. Me dejabas sin palabras y te coroné con mi silencio; te desposé en mi secreto. Fuiste más fuerte que yo y me dejé vencer, amé la violencia de tu corazón al mío, y aunque todo fuera incierto, inhóspito y siempre vespertino, crucé todos … Continúa leyendo Tú eras el fuego de mis huesos