Inspirado en mi madre, a quien sólo hemos agredido con nuestro ser sus hijos no perfectos.
Eres la expresión viva de la muerte cotidiana por amor a los que sabes todos tuyos.
Eres la muerte cruel al egoísmo invisible que se retuerce con cada gesto tierno que regalas.
Eres vida y luz, debilidad y candor. Sabes adoctrinar con tus sacros dotes de ignorancia.
Eres voz, silencio y pausa de una boca que vino al mundo en alimento de otras más.
Eres violencia de gestos; golpe de ternura, bofetada de incansable servicio.
Eres toda una; llena de paz con gritos, y furia para cualquier guerra silenciar.
«Eres» es tu verbo y predicado; gramática toda de un lenguaje que sólo tu sabes hablar.
Eres mujer de nosotros; mi más ni menos, ni una menos, ni una mas.