Duele en el pecho,
porque es de soledades.
Duele en la garganta
porque calla y dice tanto.
Cuando se ama mueren las mariposas en el estómago,
y sus alas hecha polvo,
se vuelven raíces,
y se siembran como manos que entran en lo profundo
y bajan desde el cuello hasta los pies.
Y aún con esto vivimos del amor,
morimos con el amor,
blasfemamos por el amor.
Toda tragedia,
toda hazaña,
todo asesinato pasional
se movió con este músculo.
Ama y haz lo que quieras
[Jerusalén, 2019]
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