Soy hijo de tu silencio
de tu calma desnuda,
y aunque desee ataviarme
de nombres, ruidos y velocidades,
sigo reconociendo que mi casa,
a la que voy cada vez que huyo,
es el silencio de los amantes,
a ese espacio tan mío y tan tuyo.
Ahí está mi origen,
los espacios de piel que arranqué
para conocer mi corazón;
ahí yace mi sombra,
mi luz,
mi porqué y para qué.
Ahí puse mis palabras en el ardor
delante del canto mundo de la alondra.
Ya no deseo la velocidad,
esta amante que me abandona de noche,
que sólo exprime el deseo,
la ilusión y el derroche.
Y seca el alma,
sin gracia, sin soledad,
bajo el techo de mis situaciones atroces,
encontré tu beso sin eco
y una caricia sin azotes.
[Italia, 2017]
Es un placer leerte!!!!
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Muchas gracias por leerme. Un saludo. He estado explorando tu página y bueno, hace algunos meses estoy reiniciando una lectura sobre algunas obras de filosofía que estudié, y hay muchos elementos que me han gustado de lo que publicas.
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Gracias
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