Pródigo…

Añoro volver a mí. Añoro estar conmigo. Tengo frío, palidezco, casi no puedo andar. Temerario, he salido del hogar me he aventurado, vago, donde sin refugio no me puedo abrigar. Casi muero: demasiado andar y sin alimento; no hago nada, sino el alma enflacar. Pero volveré y espero allí, dentro, a mi Padre encontrar: a ese que habita en lo profundo del Mar. Perdón. Padre. … Continúa leyendo Pródigo…