[Cfr. Gen 37, 3-4. 12-13a. 17b-28; Mt 21, 33-43. 45-46]
A José lo despojaron de su túnica,
pensando que le robarían sus sueños;
qué dura la envidia
que desea sepultar todo en un hueco.
José, por 20 monedas de plata
fue vendido y llevado a Egipto,
eco del arcano cautiverio;
Cristo, a bajo costo fue ofrecido
no a madianitas
sino a nuestros silencios.
Cruel ofrecimiento hicieron a Jacob:
Un manto ensangrentado,
falsa muerte del hijo.
Estos fueron figura de aquel viñador
que no quiso el tierno olivo:
Machacaron la piedra angular,
el fruto maduro: el Hijo.
De Egipto vendrá aquel
sin manto, soñador y vendido.
La vestidura del templo rasgada
como su corazón y el del Padre
y de la Madre,
herido.
[Jerusalén, 2020]
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