No es que el silencio nos sirva
¡somos silencio!
9 meses bajo la tierra,
en la oscuridad del amor;
nadie recuerda ese tiempo
ni que el murmullo tenía morada allí
porque solo aquello que se necesita del tiempo
crece en silencio:
una semilla y nosotros.-
El silencio no se compra,
no se clasifica,
no está adornado de conceptos abstractos;
el silencio está en la sangre,
en los huesos,
en los glóbulos que peregrinan por mi organismo,
en la aorta, en el miocardio,
en el corazón y sus gargantas,
todo en murmullo.
Te de la mano al nacer,
alimenta tus párpados dormidos,
y en el ocaso de la vida
te carga en sus brazos
y te deposita en la tierra,
al humus de donde salimos.
El silencio es el gran paréntesis de nuestra vida,
el interludio supremo entre cada nota,
cada lágrima,
cada amor.
La próxima revolución será así:
Sin gritos ni fuegos descontrolados,
sin grandes discursos de soberbia,
solo mirarnos a la cara,
viendo el desierto en la mirada.
