¡Qué cruel eres nostalgia!

Me quitas lo que no es mío
y me das lo que no quiero,
derramas en mi corazón
la riqueza de un prisionero,
ecos que retumban
en mis ausencias de pordiosero.

Tienes la piel fría,
muerta,
como un pescado olvidado
por eso no te acaricio,
no te busco ni te llamo
pero te agrada llegar
con tus besos fríos y viscosos,
con tu cobija gris y húmeda
a sofocar mi llama
mi aliento
y a poblarme de despojos.

Pero debo vivir contigo
porque eres como un cardo
aferrado a las piedras de mi desierto
que rodea mis tobillos,
y lacera hasta la sangre
este arduo peregrinar.

No aprietes tanto,
no ahogues mis tiernos deseos y sus ganas de volar.
Si seré prisionero de tus brazos
al menos permíteme suspirar.


Posted

in

by

Comentarios

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: