Ojos de barro

Ojos de barro, tierra necesitada de tu agua, mirada poblada de fantasmas, cueva de lo efímero donde solo las tinieblas cantaban porque en la noche no se puede hacer nada. Ciego beato, que sintió el agua del profeta, lago cristalino para el sol que nace de lo alto, te mostró el camino, tú, habitante de la sombra de muerte, pueden cerrarse tus ojos tranquilos porque … Continúa leyendo Ojos de barro

El silencio de la penitencia

No aspavientos; distraen la calma. No llantos y quejidos; ahuyentan la soledad. Sin trompeta ni gritos en las esquinas, más bien con el dulce perfume del silencio, la soledad del encuentro y el secreto del alma. Silencio, soledad y secreto sin fermento de penitencia. Aquí no hay polilla ni ladrón. Los hombres no se convierten en cucarachas, sino que son tal cual son. Ahí se … Continúa leyendo El silencio de la penitencia

‘¿Dónde están los que te acusaban?’

Homilía correspondiente al V Domingo de Cuaresma, Ciclo C. Un formidable ejército de carros y caballos persiguió al pueblo de Dios cuando salía de Egipto. Unos escribas y fariseos, acusadores de una mujer adúltera, como aguas impetuosas se presentaron ante Jesús, prontos para exigir contra ella el implacable castigo previsto por la ley. De paso, tendían una trampa al Señor, orillándolo a decretar una muerte … Continúa leyendo ‘¿Dónde están los que te acusaban?’

La oración cuaresmal

Homilía correspondiente al II Domingo de Cuaresma, ciclo C. Él transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso, semejante al suyo. San Pablo invita a los filipenses a imitar juntos su ejemplo, con la esperanza de que habrá de venir del cielo nuestro salvador, Jesucristo. Los mueve, así, a pensar en el cuerpo glorioso del Señor, la belleza consumada de su naturaleza humana con la … Continúa leyendo La oración cuaresmal

Las tentaciones de Jesús

Homilía correspondiente al primer Domingo de Cuaresma, ciclo C. Todo el que invoque al Señor como su Dios será salvado. El distintivo de la fe cristiana consiste en reconocer a Jesús como Señor. Certeza que adquirimos, en principio, por su resurrección. Dios lo resucitó de entre los muertos. La Pascua de Cristo es, por lo tanto, el punto de referencia absoluto de nuestra convicción. Ahí … Continúa leyendo Las tentaciones de Jesús