
El sacrificio
Fui siempre de familia piadosa, por eso, trabajar de sacristán en la parroquia de mi pueblo era algo hermoso para mí. Por treinta años serví en ella y me hice muy amigo del cura. La guerra de cárteles empezó a sacudir a nuestro pueblo ¡Pobre Michoacán, todo ensangrentado! Un día, tras el funeral de una docena de campesinos asesinados, hallé a mi párroco rezando y llorando frente … Continúa leyendo El sacrificio