
Usted tuvo la delicadeza de comunicarme antes que a nadie la noticia de la muerte de su amado hermano Mons. Georg. Deseo renovarle la expresión de mi más sentido pésame y de mi cercanía espiritual en este momento de dolor.
Aseguro mi oración de sufragio por el llorado difunto, para que el Señor de la vida, en su misericordiosa bondad, lo introduzca en la patria del cielo y le conceda el premio preparado para los fieles servidores del Evangelio.
Y rezo también por usted, Santidad, invocando del Padre, por la intercesión de la Santísima Virgen María, el sostén de la esperanza cristiana y el tierno consuelo divino.
Siempre unidos en la adhesión a Cristo Resucitado, fuente de esperanza y paz.
Filial y fraternalmente
Francisco
Vaticano, 2 de julio de 2020